Enfoque restaurador mucogingival para tratar el fracaso del implante en el área estética

Publicado en29/03/2021

El fracaso de los implantes en el área estética conduce fácilmente a deformidades crestales en los tejidos blandos y duros que comúnmente afectan a la estética de una sonrisa.

En la literatura se describen varias técnicas que tienen como objetivo restaurar las deformidades de la cresta (prótesis dentales fijas, con o sin porcelana rosa o prótesis removibles), pero todas ellas, aunque sean funcionalmente correctas, carecen de resultados estéticos.

El mismo planteamiento se puede trasladar cuando se coloca un nuevo implante en el área de fracaso; la mayoría de estos reemplazos requieren procedimientos quirúrgicos adicionales (injerto óseo; regeneración ósea guiada con una membrana de barrera, sola o en combinación con materiales de injerto óseo) para aumentar el volumen de hueso necesario para una inserción segura del implante.

La clasificación del defecto de la cresta puede ser una herramienta importante para estimar el pronóstico y el grado de dificultad técnica de un caso.

En 1983, Seibert describió tres tipos diferentes de defectos: Clase I, en el caso de pérdida vestibulolingual del contorno de la cresta; Clase II, cuando la pérdida del contorno de la cresta afecta la dimensión apicocoronal; y Clase III, cuando hay una combinación de las características antes mencionadas.

Esta clasificación fue modificada en 1985 por Allen et al., quienes introdujeron la evaluación de la profundidad del defecto en relación con la cresta adyacente. Los defectos se categorizaron como leves (< 3 mm), moderados (entre 3 y 6 mm) y severos (> 6 mm).

Luego, en 1997, Studer et al. propusieron una nueva clasificación semicuantitativa de los defectos de la cresta localizados de acuerdo con su severidad (leve, moderada y severa) en las dimensiones vertical y horizontal, así como su dimensión (uno, dos, tres o cuatro dientes). Esto completó la clasificación cualitativa que permite un pronóstico preoperatorio más fiable y preciso.

Independientemente de la técnica de restauración utilizada (con o sin aumento óseo), la dimensión del tejido blando siempre se ve afectada y requiere atención antes de finalizar el caso.

Se pueden identificar cuatro grupos de técnicas de aumento del tejido blando:

  1. injertos onlay
  2. injertos de sobre o de tejido conectivo subepitelial (SCTG)
  3. injertos interposicionales
  4. roll flap

 

 The International Journal of Esthetic Dentistry | Volumen 13 | Número 4 | Año 2020

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